A lo largo de los artículos presentados en éste blog, hemos hablado de pinturas y el arte plasmado en un lienzo, sin embargo abrimos éste espacio para poder hablar de otro tipo de expresión artísticas.
A continuación, una propuesta con los 7 artistas mexicanos más destacados del momento:
Artista electrónico, instalacionista y escultor cinético, Lozano-Hemmer es uno de los más intrigantes y reconocidos exponentes del arte contemporáneo en México. La profundidad con la que aborda la triada compuesta por arte, tecnología y espacio público, le han valido una destacada identidad creativa a nivel internacional.
Sus instalaciones de site specific se caracterizan por conjugar mensajes con cierto énfasis político o social. Sus piezas se incluyen en colecciones como la del Modern Tate, el Van Abbemuseum, el Pompidou y recientemente el MUAC. Generosa con su crítica, Cuevas es una de las más destacadas exponentes de la generación de artistas contemporaneos en el país.
Graduado como compositor en el Centro de Investigación y Estudios Musicales (CIEM) de México, continuó sus estudios en la Royal School of Music de Londres y en el Conservatorio de Rotterdam. Tiene un par de composiciones interpretadas por el Kronos Quartet, “Camposanto” y “Encandilado”, y su exploración a través de diversas estepas sonoras hace de Pérez Santiago una figura importante en la escena de la clásica contemporánea y la experimentación musical.
Este veracruzano es, indudablemente, el artista contemporáneo mexicano más reconocido en el exterior. Su nombre aparece ya en los libros de historia del arte más prestigiados y su obra ha sido expuesta en decenas de lugares alrededor del mundo, incluyendo la Serpentine Gallery y el Modern Tate, ambos en Londres, o el Centre Georges Pompidou en París.
Este artista es especialista en recontextualizar objetos y materiales cotidianos, insertándolos dentro de una semántica ajena a la original y construyendo así un diálogo incisivo con quien se enfrenta a sus piezas. Su trabajo ha sido elogiado en Londres, Nueva York, Oxford, Berlín y decenas de ciudades más alrededor del mundo.
Es difícil clasificar la obra de este artista conceptual, quien a partir de su presentación en la Bienal de Venecia de 2003 se propulsaría a las grandes ligas de la escena. Sus instalaciones han sido aplaudidas en algunos de los más exigentes foros del planeta, y su honestidad creativa rara vez deja de atrapar la atención de propios y extraños.
Sus piezas forman parte de colecciones como la del MOMA en Nueva York, la Jumex o la del Philadelphia Art Museum. Su inquietud creativa termina encontrando cauces disímiles para expresarse, que van de la exploración tipográfica a experimentos cinematográficos, pasando por casi cualquier disciplina que se encuentre en el trayecto.